Salies de Bearn!

BEARN

Un jabalí parlante, agua diez veces más salada que la del mar, oro blanco: estos son los ingredientes “mágicos” que han dado fama a la ciudad.

Salies es una ciudad con dos historias: por un lado, la de la efervescencia en torno a la cuenca al aire libre con sus habitantes que extraen agua salada para hacer sal en casa; por otro, la de una clientela rica y distinguida, que viene a tomar las aguas en las termas.

Calles estrechas, balcones de madera y casas sobre pilotes se codean con grandes hoteles, un balneario y un quiosco de música.

El museo de la Sal, en pleno corazón del casco viejo, en una mansión del siglo XVII, está dedicado a la historia de Salies-de-Bearne y a su rico pasado vinculado a la presencia de sal en sus aguas subterráneas.

De obligada visita es el barrio termal, con las Termas de estilo morisco, los edificios de la Belle Époque, el Casino y el jardín publico con kiosco de música y minigolf. Merece la pena aprovechar la oportunidad para relajarse y apreciar los beneficios de los tratamientos ofrecidos en el spa termal.

La fiesta de la sal

Cada año, en septiembre, se celebra la fiesta de la sal, con mercado de salazones, ceremonia de entronización, danzas y cantos tradicionales, desfile de carrozas y banquete animado.