Rioja Alavesa!

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¡Rioja Alavesa, la oferta más completa para el viaje enoturístico!

Rioja Alavesa es una comarca con carácter propio, original y diferente. 23 pueblos vinculados tradicionalmente a la cultura del vino y que conservan aún el encanto de las villas medievales levantadas entre viñedos.

Prueba de ello es que esta zona cuenta con 13.500 hectáreas de viñedo y cerca de 400 bodegas donde se elaboran anualmente alrededor de 100 millones de botellas de vino, bajo el control del Consejo Regulador de la Denominación de Origen calificada Rioja ¡Impresionante!.

Pero su extensión se encuentra salpicada de interesantísimos restos prehistóricos, villas amuralladas, casas solariegas, paisajes únicos; todo un patrimonio que atestigua que sus habitantes se han asentado con provecho en esta tierra generosa.

Vino y también aceite

Si visitas la Rioja Alavesa podrás degustar vinos muy diferentes. Desde caldos elaborados en cuevas medievales hasta vinos obtenidos en las instalaciones más vanguardistas del momento.

Otro producto estrella, resultado de la interacción del olivar y la región es el aceite de oliva. La variedad Arroniz, autóctona en Rioja Alavesa, proporciona a su aceite virgen extra un singular y equilibrado carácter amargo y picante que se torna único, irrepetible.

Qué ver en La Rioja Alavesa

La Rioja Alavesa es el destino ideal para un viaje de enoturismo, disfrutar de paisajes imposibles de viñedos y pueblos medievales enclavados entre el País Vasco, Navarra y La Rioja. Son los protagonistas indiscutibles de una de las rutas del vino más famosas de España, compitiendo directamente con la de Olite, en Navarra.

La Rioja Alavesa es un lugar mágico, lleno de rincones extraordinarios que descubrirá una vez que llegue allí por primera vez, disfrutando y respirando la singularidad de un lugar que sólo se encuentra en esta región de España, un país donde la belleza está por todas partes, pudiendo absorber todo lo que la cultura española puede ofrecerle.

Son 21 los pueblos que componen esta región, siendo estos: Labraza, Kripán, Moreda de Álava, Villabuena de Álava, Baños de Ebro, Elvillar de Álava, Elciego, Laserna, Lapuebla de Labarca, Leza, Lanciego, Laguardia, Yécora, Samaniego, Páganos, Navaridas, Oyón, Salinillas de Buradón, Labastida, Viñaspre, y Barriobusto.

Dicho esto, vamos a explorar qué ver en La Rioja Alavesa.

La capital de Laguardia

Esta pequeña localidad alavesa es un auténtico placer para los sentidos. Paseando por sus calles medievales, conocerás sus murallas entrando en sus iglesias o conociendo a sus gentes, que es el verdadero placer para quien viene a Laguardia, capital de la Rioja Alavesa.

Su esencia medieval se respira en cada rincón, pero, sin duda, la iglesia de Santa María de los Reyes y, especialmente, su pórtico, son auténticos tesoros.

Con su puerta de arcos apuntados, dicha iglesia mantiene la policromía original, construida en piedra labrada a finales del siglo XIV y pintada sólo dos veces a lo largo de su historia. Aunque no ha sido restaurado desde el siglo XVII, este pórtico es una joya bien cuidada de Laguardia, que hace aún más singular a la localidad.

Asimismo, además de conocer esta localidad, visitar las bodegas de Laguardia es una parte imprescindible de cualquier ruta del vino en toda España. Desde bodegas llenas de tradición y belleza como El Fabulista, a 7 metros de profundidad y construidas bajo un palacio del siglo XVII.

Bodegas construidas con una arquitectura moderna y vanguardista, como la bodega Ysios, diseñada por Santiago Calatrava, personaje famoso, no sólo en España, sino en todo el mundo, siendo un arquitecto de renombre, especialista en puentes y torres.

Dicho todo esto, le sugerimos que realice una visita guiada por Laguardia y reserve una visita a las bodegas Campillo o a las bodegas Solar de Samaniego.

Si no puedes ir por tu cuenta a la capital de la Rioja Alavesa, una buena opción es hacer una excursión a Laguardia y a dos bodegas de la Rioja Alavesa saliendo desde San Sebastián en autobús o taxi. En cualquier caso, la localidad es un lugar imprescindible en cualquier guía para visitar la Rioja Alavesa.

Elciego y el Hotel Marqués de Riscal

Si Laguardia es el pueblo más bonito que ver en La Rioja Alavesa, Elciego no se queda atrás en dicha belleza. Es, sin duda, uno de los pueblos con más encanto de la zona.

Lo que más te sorprenderá de Elciego es el contraste entre la pequeña villa medieval y algunos edificios que le dan un punto de vista más moderno, simbolizando la transición entre lo antiguo y lo moderno.

Por ejemplo, el Hotel Marqués de Riscal recuerda mucho al Guggenheim de Bilbao. Este edificio es obra de Frank Gehry, el mismo arquitecto que diseñó el Guggenheim de Bilbao o la Casa Danzante de Praga, entre otras obras.

El Hotel Marqués de Riscal es un hotel de cinco estrellas lleno de lujo. Un gran hotel donde la gente puede alojarse por el módico precio de unos 500 dólares la noche. Cuenta con un spa de vinos, tratamientos a base de uva e incluso un restaurante con estrella Michelin. No cabe duda de que es uno de los hoteles más originales de España, y también el más caro.

Pasar una noche aquí es un lujo, eso es evidente. Pero es que incluso se ha construido un helipuerto en la zona, para que puedas aterrizar tu avión privado cerca del hotel y así pasar lo más desapercibido posible. Al parecer, por él han pasado actores famosos como Brad Pitt y Angelina Jolie o incluso el Rey emérito.

El pueblo de Labraza

Si eres un enamorado de la Edad Media, te gustará saber que Labraza es el pueblo fortificado más pequeño del País Vasco, y uno de los mejor conservados del mundo. De hecho, en 2008 recibió el Premio Mundial de Ciudades Amuralladas.

Para visitar este pueblo de época, la mejor manera de llegar es a través del pueblo de Bernedo, en los Montes Alaveses. El pueblo está situado a 677 metros de altitud sobre el nivel del mar, y pertenece al municipio de Oyón.

Te volverás loco con sus calles, sus plazuelas, sus callejuelas, sus pasadizos y bodegas que aún se conservan en el subsuelo del pueblo… Un conjunto de vistas únicas y un viaje a aquellos tiempos de antaño donde la iglesia española lo controlaba todo.

Como puedes ver, muchas de las casas de los vecinos y agricultores forman parte de la propia muralla, en la que destacan sus almenas, sus cuatro torres, un pozo de agua dulce, túneles secretos junto a pasadizos y corredores.

Le recomendamos que visite la fuente del pueblo, construida en el siglo XVI. Este monumento es también conocido como la Fuente del Moro, en la que destaca su caño por la decoración de trazo gótico. La razón por la que se utiliza la palabra Moro (sarraceno) es por la simple razón de la herencia árabe de la Edad Media.

Si te gusta el senderismo, también puedes visitar La Nevera de las Llanas, que se encuentra a 910 metros de altitud, cerca de la frontera con Navarra, donde hay una nevera muy bien conservada, con más de 9 metros de altura.