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¿No sabes a dónde ir de picoteo para comer los mejores pintxos en estas vacaciones? Date un festín en estos templos del picoteo, donde encontrarás los mejores sabores y la esencia cultural de los cinco territorios de VISITGastrOH!.

Calle Laurel: vete a un bar, cómete un pintxo y, ¡al siguiente!

Una de las principales razones por las que La Rioja es un punto base magnífico para los foodies o amantes de la comida es su proximidad a las mejores bodegas de España pero es que, además, es alucinante por su comida.

En esta región, no se comen tapas, se comen pintxos y, voy a ser sincera, ¡es una de mis formas favoritas de comer en España! Ir de bar en bar, comer sabrosos pintxos y raciones en cualquier momento del año, hacer amigos mientras estás de picoteo…¡quién da más!

Los pintxos, a diferencia de las tapas, llevan una rodaja de pan sobre la que se colocan varios ingredientes que se mantienen juntos y sujetos gracias a un palillo.

Pero, vayamos al quid de la cuestión y a la esencia de comer de pintxos por los bares de la calle más famosa de La Rioja: la calle Laurel.

La calle Laurel atraviesa el casco antiguo de Logroño, en ella hay un montón de bares de pintxos y es el epicentro de la vida social logroñesa. Aquí, los bares están puerta con puerta, cada uno tiene su especialidad, que es un secreto de familia muy bien guardado, y la oferta gastronómica es infinita.

Nunca has probado un pintxo de champiñones tan bueno

Se podría decir que, si no has comido los espectaculares pintxos de champiñón de la calle Laurel, no has visto Logroño. No en vano La Rioja cuenta con más de la mitad de la producción micológica de España. Tres grandes y sabrosos champiñones que se hacen a la plancha, se colocan en el plato sobre una rodaja de pan y se coronan con una gamba… te puedes imaginar que no son la cosa más fácil de comer. Por eso hay incluso una técnica para comerlos sin mancharse.

Oreja de cerdo

Otro de los pintxos míticos de la zona es la oreja de cerdo. Se sirve entre dos rodajas de pan y es un «imprescindible» de la gastronomía local. Hasta los más escépticos caerán rendidos a sus pies.

No importa qué pintxo elijas. En la calle Laurel, hay infinidad de ellos y merece la pena probarlos todos al menos una vez. Además, lo mejor es compartirlos y disfrutar de ese momento tan agradable con los amigos, la familia o tu pareja. ¡Qué aproveche y… prepárate para chuparte los dedos de verdad!

Por cierto: no te olvides que los bares suelen cerrar entre las 16:00 y las 20:00 horas. Así que, en ese tiempo, échate una buena siesta.

Pintxos imprescindibles en Pamplona

Ahora, nos vamos de pintxos por Navarra.

Dudo que yo sea la única que siempre quiere comer algo cuando está tomando algo con sus amigos… ¿Quién es como yo?

Los pintxos son la solución ideal: una combinación de pequeñas cantidades de comida local y deliciosa que acompañan a la perfección a una cerveza o una buena copa de vino. Tanto si prefieres las especialidades tradicionales como si quieres algo un poco más innovador, encontrarás muchas opciones en Pamplona.

Elige entre las tortillas, las croquetas, las pulgas (minibocadillos) y muchas otras especialidades que verás en casi todas las calles navarras. Va teniendo sentido eso de «irse de pintxos», ¿verdad?

Ir de pintxos por los bares del casco antiguo de Pamplona es un plan que no te puedes perder si visitas la capital de Navarra. Pamplona tiene miles de bares de pintxos. Los mejores están en la calle Estafeta y en la calle San Nicolás, cerca de la Plaza del Castillo. Son unas calles superanimadas, llenas de vida y de tesoros gastronómicos. Es imposible ir solo a un bar.

Aquí tienes una lista de mis favoritos, que son un buen punto de partida:

Bar Gaucho, en la calle Espoz y Mina, es el sitio más «pamplonica» para probar su sabrosa tortilla de patatas o su irresistible pintxo de foie. También tiene croquetas, chistorra y otros muchos tipos de tortillas.

Hay una gran variedad pintxos. Pequeños y no tan pequeños, sencillos o elaborados… El siguiente bar que me encanta por la creatividad de sus pintxos: el restaurante Baserriberri.  Cada bocado está repleto de sabores en este establecimiento moderno y con espíritu joven, diseñado para que redescubras la gastronomía de la zona. Aquí encontrarás pintxos de autor como la bOOmVeja hecha con oveja y cordero y servida en una … ¡bomba! ¡Tienes que probarla!

Este espacio gourmet también ofrece un espectáculo de cocina en el que podrás disfrutar de una experiencia multisensorial con un personal muy amable.

Y, por último pero no por ello menos importante, no te puedes perder la visita al Mercado de San Blas para ver todos los productos locales, carnes y pescados que suelen utilizarse para elaborar los pintxos tan buenos de los que he hablado antes.

¿Ya te ha entrado el hambre?

El Mercado de La Ribera en Bilbao: un templo para los amantes del pintxo

Si te digo que a la gente del norte le gusta comer bien, seguramente no te estoy descubriendo nada nuevo. Podría haber seguido mucho más tiempo hablando de los deliciosos pintxos de Navarra pero creo que ha llegado el momento de cambiar un poco de aires y traerte otra versión de los pintxos y el picoteo. Esta vez, nos vamos a Euskadi.

Probablemente habrás oído hablar del Mercado de San Miguel, en Madrid, o Les Halles Paul Bocuse de Lyon. Bien. Pues estas «calles cubiertas» son similares y también merecen una visita.

El Mercado de La Ribera, el mercado de abastos más grande de Bilbao, podría considerarse como una extensión de los bares por el simple hecho de que también es un espacio cubierto pero aquí todos los productos se venden en los diferentes puestos y muchos de ellos pueden encajar perfectamente en la categoría de pintxo.

Te recomiendo que te pasees por el mercado para descubrir una impresionante variedad de productos frescos y deliciosos pero, sobre todo, para que te deleites con una comida «sobre la marcha» en uno de los gastrobares del mercado.

Aquí, el concepto de «ir de pintxos» adquiere una nueva dimensión y puedes elegir entre múltiples tipos de hamburguesas, sushis, pintxos y postres. Es casi una obligación que pruebes algunos pintxos en la ciudad donde nació este tipo de comida en miniatura. Y, disfruta de todo esto mientras vas andando por los pasillos y diferentes espacios del mercado.

Este templo de la comida está repleto de bares y restaurantes gourmet que ofrecen delicias como las míticas gildas (pintxo de guindilla, anchoa y aceituna).

La gilda es uno de los pintxos favoritos de los lugareños y una forma estupenda de comenzar la velada en Euskadi. Es tal el contraste de sabores cítricos y amargos que despertará tus sentidos. También te recomiendo que vayas al bar-restaurante que hay en la planta baja. Tiene una agradable terraza con unas bonitas vistas de la ría y, durante todo el verano, ofrecen conciertos de jazz en directo por la noche.

Así comemos en el norte de España, ¿te animas a venir?

Un recorrido por los mercados más bonitos del País Vasco francés

Ha llegado el momento de cruzar la frontera al País Vasco francés, donde el picoteo también está muy presente, así como los mercados al aire libre y los festivales gastronómicos. Es una bella tierra de platos y sabores buenísimos y con una cultura gastronómica muy enraizada.

Aquí, el tema del picoteo y los pintxos gira más en torno a los productos locales, la fruta y la verdura de temporada cultivadas por los baserritarras —los agricultores vascos—, el pescado capturado por la mañana o la carne tierna de la carnicería. Señoras y señores, ¡este es el ambiente de los mercados! Una versión local del picoteo, descubriendo sabores nuevos en un ambiente tan agradable y colorido que tendrás la tentación de comprarlo todo. Charlarás con los productores locales con total complicidad y se activarán tus papilas gustativas.

El mercado de San Juan de Luz

Aunque San Juan de Luz es un pequeño pueblo costero, es un lugar maravilloso que tiene mucho que ofrecer. Gran parte del centro del pueblo es peatonal y se puede andar muy cómodamente a pie por él Callejeando por sus pequeñas y preciosas calles, encontrarás múltiples tiendas de productos artesanales y de alimentación gourmet como foie gras, confit de pato, carnes especiales, quesos, aceites, vinos, etc. Y, si quieres un poco de moda, ¡podrás comprarte las tradicionales alpargatas!

Por supuesto, aquí también puedes comerte unos pintxos junto a la playa pero si quieres sumergirte de verdad en el ambiente informal de San Juan de Luz, el mercado es el lugar ideal para ello. En mi opinión, es uno de los mercados más bonitos y con mayor encanto de los Pirineos Atlánticos.

Vente con apetito porque, viendo los coloridos puestos llenos de comida, ¡querrás probarlo TODO!

El mercado de Espelette, el pueblo de los pimientos

Para añadir un poco de folclore a todo esto, te recomiendo que visites la región cuando se celebran festivales gastronómicos como la feria del jamón o la fiesta del pimiento, donde todo el mundo se viste de rojo, se sumerge en las tradiciones y prueba las especialidades gastronómicas.

El mercado de Espelette es visita obligada. Es uno de los mercados más antiguos del País Vasco y aquí encontrarás los famosos pimientos de Espelette, que se pueden comer frescos o secos, en polvo o en deliciosas elaboraciones ya envasadas y en conserva.

El sabor único del jamón de Bayona

¿Te gusta el jamón? En Bayona, se toman muy pero que muy en serio su jamón. Cada jamón pesa entre 12 y 15 kilos. En abril, la ciudad organiza la Feria del jamón de Bayona. Desde 1462, gente de toda la región se reúne para elegir el mejor jamón, conocer a los productores locales, disfrutar de un ambiente estupendo y, por supuesto, ¡probar un montón de jamón!

Descubre Pau y su increíble mercado cubierto

Les Halles de Pau merece una visita y es un lugar maravilloso para descubrir los manjares franceses. Hay tanto que ver y probar aquí…

Merece la pena darse una vuelta por este mercado —que abre a diario— ya sea para comprar algo o solo para mirar. Este es un lugar de ensueño para los amantes de la comida. Este mercado es ideal para picar algo: muchos tipos de queso, charcutería, pan orgánico, paté de pato fresco, etc.

Un sabroso marisco a buen precio, camareros amables, muy buen ambiente y la posibilidad de elegir entre comer dentro del mercado o en la gran terraza exterior… Cuando lo conocí, ¡me entraron las ganas de alquilar un apartamento cerca para poder hacer la compra aquí todos los días! ¡Je, je, je!

Bon appétit! ¡Que aproveche!